miércoles, 2 de octubre de 2013

Lo que me inspira la Partita para solo de Violín N° 2 de J.S. Bach



Esta noche dejé caer mis dedos en el papel, como una hoja sin viento, vino a mi mente un pensamiento, de esos que cruzan  la frente, sin marca ni tiempo, pero éste, en cambio, permaneció  y vino acompañado de una evocación a la belleza de la vida y el poder creador del hombre. Dedico estos versos a la “Chacona” de la Partita para solo de Violín N° 2 de J.S. Bach, obra infinita que nos legó Dios a través de las manos de un genio, solo es posible describirla con poesía, no hay otra forma; he aquí, una aproximación personal, de las tantas que me inspira:



Cuándo el Creador permitió que te adueñaras de su fuego?

Cómo posó sus ojos en un mortal y dejarle ver tras su puerta?

Qué viste con tus ojos de carne macilenta, qué hay más allá?

Más arriba de la bóveda de los cielos?

Más allá de galaxias innumerables y terribles estrellas?

Más allá de mundos fríos y oscuros, habitados por espectros antiguos?

Viste el tiempo y su curva de muerte silenciosa?

O a la existencia tronar millones de veces sobre sí misma?

El límite del espacio, se te concedió verlo?

El contenido de los pozos que no tienen fin

Y las respuestas que para los demás están veladas?

Pudiste acaso entender el origen del universo y su gloria?

Dinos, qué te revelaron los emisarios del absoluto?.

Pero hoy, ya no estás para poder preguntarte

Porque, al igual que aquel, no se te permitió ver la zarza

Cara a cara no viste la Eternidad, solo la escuchaste.



Los invito a disfrutar esta joya del arte.

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